A pesar de que en estos últimos años se ha añadido una nueva opción a esta dicotomía de diésel o gasolina, que son los coches eléctricos o híbridos, aún no se encuentra al alcance de todo el mundo, por lo que esta pregunta es la que las personas se siguen haciendo antes de comprarse un coche, ¿Diésel o Gasolina?
Vamos a analizar los distintos factores que influyen en esta decisión.
Diésel o Gasolina, Precios
En primer lugar, deberíamos de saber que existe una diferencia entre el precio del propio combustible diésel y de la gasolina, pero no es el único precio a observar, también es muy muy relevante y vemos la mayor diferencia a la hora de comprar el coche, puesto que el precio de estos también varía según el motor, si funciona con combustible diésel o gasolina.
Te interesará saber que los coches más caros son los de diésel, sin embargo, llenar el depósito de uno de ellos es más barato que si por el contrario tuviéramos que repostar con uno de gasolina.
Luego hablaremos del mantenimiento, pero también hay diferencia de precio entre ellos.
Te aconsejamos que, si estás dudando entre uno u otro únicamente por el precio, realices una fórmula matemática muy simple que te ayudará a decantarte por una opción u otra. Sigue los siguientes pasos:
- Elige el tiempo en que te gustaría recuperar la inversión si te hubieras decantado por escoger un coche diésel., esto son los años que piensas que te va a durar el vehículo. Puedes poner una media de 10 años.
- Calcula los kilómetros de media que realizas a la semana y multiplícalo por el número de semanas correspondientes obteniendo los kilómetros anuales teóricos.
- Multiplica estos kilómetros anuales por el precio del diésel y por el de la gasolina a día de hoy. La diferencia de precios entre estos combustibles habitualmente suele ser muy parecida, aunque hay épocas en las que la diferencia se acorta.
- Mira el precio de los 2 vehículos en sus versiones diésel y gasolina, comparando los 2 que te comprarías, con prestaciones parecidas, si no no vale.
- Ahora termina el cálculo con el coste en los años del primer punto por el coste anual en su combustible respectivo y suma a cada opción el precio del vehículo.
¿Qué opción te resulta más costosa? Aquí habría que añadir también los costes de mantenimiento que veremos más adelante.
Impuesto del diésel
Lo que se busca con este impuesto es evitar los comportamientos agresivos con el medio ambiente, y tiene por objetivo elevar el precio del diésel hasta igualarlo con el de la gasolina, acabando finalmente con la brecha de precio entre estos dos combustibles. Hay que tener claro que no se busca una recaudación, sino evitar los niveles altos de contaminación.
Actualmente, nos encontramos en un punto en el que, debido a la gran contaminación que genera el diésel, el coste por litro está aumentando cada vez más, igualándose cada vez más entre ellos por las penalizaciones fiscales en el carburante. Además, la gasolina ha ido adquiriendo mejores propiedades en estos últimos años, permitiendo un consumo menos acelerado, igualándose por tanto al diésel. La diferencia tan solo es de 1,8 l/100 km a favor del diésel, mientras que en un entorno extraurbano el consumo cae a 1 l/100 km.
De este modo, la fórmula del gasto obtenida anteriormente puede que vaya modificándose con el tiempo favoreciendo a los coches de combustible gasolina.
ETIQUETA DGT
Se trata de una etiqueta medio ambiental de la Dirección General de Tráfico que se ha de colocar en la esquina inferior derecha del parabrisas (visto desde dentro dle vehículo). De esta manera cualquier público puede reconocer el nivel de emisiones del coche, además de regular el paso a ciertos lugares para evitar aumentar los índices de contaminación.
En estas etiquetas aparece:
- Matrícula del vehículo
- Tipo de vehículo
- Código QR con información adicional.
- Color y letra según las emisiones.
Puedes ver estas pegatinas o etiquetas en la página de la DGT, por ejemplo la etiqueta C, o la etiqueta ECO.
Si estás pensando en comprar un coche nuevo o de segunda mano, te interesa saber que los vehículos diésel van una etiqueta por detrás que los de gasolina. Por ello, a la hora de desplazarte estarás más limitado y el coste de aparcar en zonas de pago va a ser más caro normalmente en un diésel que un gasolina.
La siguiente tabla indica qué tipos de vehículos llevan cada etiqueta ambiental:
SIN ETIQUETA |
ETIQUETA B |
ETIQUETA C |
ETIQUETA ECO |
ETIQUETA CERO |
Gasolina antes del 2000 |
Gasolina 2000-2005 |
Gasolina 2000-Actual |
||
Diésel antes del 2006 |
Diésel 2006-2013 |
Diésel 2014-Actual |
||
Híbrido |
Eléctricos 100% |
Mantenimiento de coches Diésel y Gasolina
Por regla general el mantenimiento de un coche de gasolina es más sencillo y menos habitual. Sin embargo, los coches diésel tienden a durar más tiempo. Además, la complejidad del motor diésel, que cuenta con más elementos, es bastante más cara que la de un motor gasolina. Se establece que la diferencia entre uno y otro se encuentra entre los 300 y 700 a lo largo de la vida útil.
Además, los motores diésel necesitan una constante renovación del filtro de combustible, debido a la precisión mecánica que necesitan los sistemas de inyección directa a alta presión y las bombas de inyección. Es decir, trata de impedir las impurezas que pueden dañar al circuito de impresión, bloqueando el correcto funcionamiento.
Los coches diésel de última generación incorporaron también los filtros de partículas, un tipo de sistema anticontaminación. No obstante, esto también supone un constante cuidado porque con el paso del tiempo se van deteriorando dejando de ser efectivos. También, cuenta con las válvulas EGR o Exhaust Gas Recirculation (Recirculación de Gases de Escape). Su función consiste en reintroducir el humo de la combustión en los cilindros para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx). Esta válvula sufre averías constantemente, sobre todo en aquellos coches que circulan por ciudad, dado que se genera una mayor cantidad de carbonilla que queda adherida a las paredes. El precio de la Válvula EGR es muy variado, puede ir desde los 100 € (o menos en algunos casos) hasta los 400 €.
Los coches de gasolina también cuentan con sistemas de anticontaminación pero no necesitan un seguimiento tan exhaustivo.
En cuanto a las correas de distribución, ambas requieren el mismo mantenimiento. Pero hay que tener en cuenta que en los coches diésel la sustitución de estas se debe realizar en torno a los 120.000 kilómetros y, sin embargo, en los coches de gasolina podemos ampliar el cambio de las correas de distribución hasta los 200.000 kilómetros.
Por lo que a mantenimiento se refiere, parece que los coches diésel no son la mejor opción. Sin embargo, este último elemento del que os vamos a hablar puede hacer que descartes la opción de comprar un coche gasolina, el embrague. En los motores gasolina, el embrague tiene una longevidad menor a los de un motor diésel, puesto que la actividad en los primeros es superior, como los cambios de marcha constantes y la mayor revolución del motor para poner en marcha el coche.
El sistema de frenado también se sitúa a favor de los vehículos de gasolina. Esto sucede porque el sistema de frenado, que incluye los discos y las pastillas, se desgasta más en un coche diésel debido a la diferencia de peso (estos pesan más que los gasolina), por lo que están obligados a ejercer una mayor fuerza.
Diésel o Gasolina, DEFINITIVAMENTE qué compro
Con la información que te hemos comentado, debes sacar tus propias conclusiones y determinar qué es a lo que le concedes prioridad. También, puedes tratar de calcular qué gasto te supondría una opción u otra. Has de saber que hay coches, sean diésel o gasolina, que consumen más que otros o que necesitan un mantenimiento mayor. Además, el uso que se le tenga previsto dar al coche, por ejemplo, si va a circular en la mayoría de tiempo por ciudad o por entornos extraurbanos es determinante.
No obstante, te aconsejamos que empieces a interesarte por los coches híbridos, ya que cada vez están más al alcance de nuestra mano y sus ventajas son infinitas.
Por último, y no menos importante, hay que añadir un dato que se rumorea últimamente, y es que los Diésel se prohibirán dentro de unos años, como todavía no hay nada en firme no lo hemos incluido en los puntos anteriores, pero en cuanto sea oficial, si lo es algún día, evidentemente terminará por decantar al consumidor a olvidar definitivamente los coches diésel.